Carrascal
de Lizana (Barbuñales y Lascellas, Huesca)
Se subraya de este bosque de carrascas (Quercus
ilex ballota) su extensión (más de 300 ha), su estado de conservación y la
escasa o nula intervención humana desde hace años: "Antaño eran
abundantes, pero se han sustituido por cultivos agrícolas".
Encinares de La Garrotxa (Gerona)
Se destaca los
"encinares húmedos con gran variedad de especies del Parque Natural La Garrotxa.
Fanlo (Huesca)
El municipio oscense de Fanlo, al lado del Parque Nacional
Ordesa y Monte Perdido, tiene, una "gran diversidad de
especies frondosas y coníferas y es espectacular con los cambios
estacionales".
Garajonay (La Gomera)
Se Parque Nacional
Garajonay como una "joya única". Diana Colomina, de
WWF-España, añade que conserva la laurisilva canaria, "un ecosistema del
Terciario (hace 65 millones de años), desaparecido del continente, sin olvidar
la diversidad de formaciones vegetales, el gran número de especies endémicas y
los espectaculares monumentos geológicos, como Los Roques".
Hayedo de Montejo (Madrid)
La Reserva de la Biosfera madrileña Sierra del
Rincón posee un hayedo destacable por su carácter relíctico
(especies de otras épocas que aparecen en la actualidad de forma escasa o muy
localizada).
Los Alcornocales (Cádiz y Málaga)
Los alcornocales que dan nombre a este Parque
Natural representan la coexistencia del valor económico del
corcho y otros aprovechamientos ganaderos con la supervivencia de muchos siglos
de sus valores medioambientales. "Cualquiera que vaya disfrutará de
esos árboles hogar de muchas especies de pájaros, gamos o ciervos". También
se destaca que es "muy singular en el contexto europeo, con rodales
intercalados de Quercus canariensis que realzan la
heterogeneidad y estética".
Los Tilos (La Palma)
La Reserva de la Biosfera La Palma tiene
"uno de los bosques de laurisilva más importantes del archipiélago
canario; vegetación del Terciario, cuando los dinosaurios se extinguieron;
Distintas especies (tiles, viñátigos, laureles, fayas, etc), con hojas
laureoladas, conforman un bosque húmedo y denso, repleto de majestuosos
líquenes gigantes. Impresionante".
Muniellos (Asturias)
La Reserva de la Biosfera de Muniellos tiene,
un "espectacular bosque de frondosas caducifolias, robledal sobre todo, en
la montaña cantábrica". Se señala que es el mayor robledal de la península
y uno de los mejores conservados de Europa; también recuerda que es un bosque
maduro, un gran reservorio de biodiversidad y de diferentes microhábitats
fundamental contra el cambio climático.
Picos de Europa (Asturias, Cantabria y León)
El Parque Nacional de Picos de Europa representa
los ecosistemas ligados al bosque atlántico.
Pinar de Breña (Cádiz)
Se destaca este pinar de pino piñonero (Pinus
pinea) ubicado en las marismas de Barbate. "Este árbol es capaz de
vivir en suelos arenosos y, junto a otras especies como el enebro, sabinas y su
compañero el pino carrasco, realiza la esencial función de detener el avance de
las dunas móviles", comenta.
Pinares del Sistema Ibérico (varias comunidades autónomas)
Es una gigantesca extensión de bosques,
la mayor de España: "Si hubiera que decantarse por uno concreto, quizá la
zona más elevada del Norte, con viejos pinos silvestres, como Covaleda".
Pinsapares de Grazalema y la Sierra de las Nieves (Cádiz y Málaga)
El pinsapo (Abies pinsapo) es una
especie de abeto que solo se encuentra de forma natural en la Península Ibérica
y Marruecos y que en este lugar son “centenarios y bellísimos, únicos en el
mundo. Destacan las poblaciones de la Reserva de la Biosfera Sierra de
Grazalema, "donde además se puede disfrutar de una preciosa
vegetación de ribera (olmos, chopos, sauces o alisos).
Selva de Irati (Navarra)
En los valles pirenaicos de
Aezkoa y Salazar se encuentra "uno de los mejores hayedo-abetales de Europa. Un
paisaje precioso y espectacular en otoño, cuando el dorado de las hojas del
haya se mezcla con el verdor del abeto blanco. Es, además, el hogar de especies
como el corzo, el gato montés, el jabalí o el ciervo".
Sierra del Sueve (Asturias)
Se destaca La Tejera, un bosquecillo en
la sierra del Sueve: "Apenas hay regeneración por el ganado doméstico y
los venados y los gamos con los que se repobló la sierra, pero el arbolado
viejo es enorme (hayas, fresnos, castaños o tejos) y el suelo está cubierto de
rocas calizas blancas afiladas y verticales y musgos y helechos".
Sierra Espuña (Murcia)
Los bosques del Parque Regional de Sierra Espuña,
con sus barrancos tapizados de bosques y matorrales y su gran variedad de
especies vegetales y animales.
Tejeda de Tosande (Palencia)
"Los tejos son de los árboles más
longevos de la península y es más común encontrarlos solitarios. De camino a la
tejeda hay encinas, robles y brezales, y más cerca se asciende por un hayedo
espectacular, sobre todo en otoño, con un paisaje multicolor".
Urbión (Soria)
El Parque Natural La Laguna Negra
y Circos Glaciares de Urbión alberga uno de los mejores bosques
del mundo.
Valle de Arán (Lérida)
Sus montañas están cubiertas de bosques.
En las zonas de menor altitud crecen pinos silvestres y hayas,
mientras que en las más altas se ubican los abetos y los pinos
negros.
Valsaín (Segovia)
Se propone también los bosques de
Valsaín por su armonía entre el aprovechamiento económico y el mantenimiento de
sus valores ambientales y paisajísticos. "Pasar allí una tarde es un
regalo para los sentidos: trepadores azules, pinzones, mirlos acuáticos, a
medida que recorremos las veredas del Eresma, el olor del pino silvestre, y el
paso recio sobre las piedras que fueron pesquerías reales ya hace doscientos
años", describe. Diana Colomina también destaca que "desde hace
siglos se aplican criterios de ordenación y gestión responsable en este bosque
refugio de 100 especies de aves y alrededor de 800 especies de flora".
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